top of page
Ángel Morillo

Cáritas Ecuador, la dimensión samaritana de la vida de la Iglesia en la mitad del mundo (Parte I)


Los buenos samaritanos de la Pastoral Social Cáritas Ecuador este 2016 no la han tenido fácil. Aún cuando la costa ecuatoriana todavía sufre por la pérdida de muchos de sus seres queridos, la Iglesia Católica a través de Cáritas ha estado allí acompañando a las víctimas del terremoto. Eso no representa para ellos ninguna carga, al contrario, ese es el compromiso cristiano que han asumido desde esta instancia.

No obstante, el capítulo amargo del terremoto es una parte del ingente trabajo desarrollado. En este sentido, el objetivo de Pastoral Social Cáritas Ecuador es fortalecer y desarrollar la acción social y el compromiso en favor de la justicia de las comunidades cristianas en Ecuador.

Este equipo de hombres y mujeres de Dios quieren promover la acción caritativa y social de los creyentes, sin olvidar la capacitación entre los laicos de un sólido compromiso político, capaz de contribuir significativamente a la construcción de un Ecuador renovado.

La identidad de esta organización deriva del propio ser y misión de la comunidad cristiana, para ello citan las palabras de Benedicto XVI, "Deus Caritas Est", nº 25: “La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra (kerigma), celebración de los sacramentos (leiturgia) y servicio de la caridad (diakonia). Para la Iglesia, la misión social no es una actividad opcional, sino que pertenece a su naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia”.

Cáritas Ecuador está conformada por cuatro dimensiones a citar: Movilidad Humana, Pastoral de la Salud, Seguridad Alimentaria y Ecoteología, desde donde desarrollan toda su actividad de acción social y pastoral, como bien enuncian en su portal web, “Cáritas Ecuador es parte y expresión sustancial de la Iglesia. Con su actividad contribuye a la evangelización del mundo y a la construcción del Reino de Dios”.

Su accionar lo inspiran en el ejemplo Jesucristo, el Buen Samaritano, quien proclamó la Buena Noticia a los pobres, que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza. Ese es el punto clave de Cáritas Ecuador: encarnarse en la dimensión samaritana de la vida de la Iglesia en este país, en la mitad del mundo.

Su actual presidente es Monseñor Walter Heras, Vicario Apostólico de Zamora, quien desde que ha asumido la presiedencia ha encaminado esfuerzos a fortalecer especialmente todo lo concerniente al ámbito de la ecología, en razón de la encíclica Laudato Si, asumiéndose por supuesto desde una manera más activa, involucrando directamente a la gente cuando él mismo afirma que “Vamos dejando atrás la imagen asistencialista y estamos construyendo una Pastoral Social más participativa, en salida”.

Por otra parte, Mauricio López es el segundo en Cáritas Ecuador como Secretario Ejecutivo y, a la vez, como presidente de la Red Eclesial Panamazónica. Junto con Monseñor Heras hace una llave que apuesta por un Ecuador como referencia pastoral en América Latina.

Ecuador, un país de origen, tránsito y destino

El Ecuador es un país de origen, tránsito y destino, así lo afirma Cristina Pancho, Secretaria Ejecutiva de la Pastoral de Movilidad Humana. Actualmente, el país se ha ido caracterizando por el acoger a personas de diferentes nacionalidades que han llegado por diversas circunstancias (venezolanas, colombianas, haitianas, cubanas, entre otras). En este sentido, el refugio ha sido la categoría migratoria que más solicitada ha sido en estos tiempos, sobre todo por la población colombiana.

Al respecto Monseñor Walter Heras es enfático: “Ecuador vive una intensa Movilidad Humana. Ha dado acogida regular a más de 160 mil ciudadanas/os colombianos. A partir del año 2000 salieron del país casi 2 millones de personas. Además, se registra fuerte MH interna con repercusiones sociales serias”.

Ecuador es un país que ha dado acogida a muchas personas que llegan buscando una vida mejor. Sin embargo, ha habido tensión en razón de que el Estado no tiene la suficiente capacidad para garantizar derechos como trabajo, salud y educación. Para Cristina Pancho esto ha generado nudos críticos al momento de la convivencia entre la población local y las personas en movilidad humana.

“Sin embargo, a pesar de estos momentos de tensión en los territorios, para las personas sobre todo en calidad de solicitantes de protección internacional estar en Ecuador significa estar en espacio de paz; en ciertos momentos su estancia en el país también se vuelve trágica e inquietante pero la mayoría rescata el hecho de poder vivir en paz con sus familias. El incentivo económico y sobre todo los salarios en dólares son atrayentes para los migrantes, esto les ha vuelto en sujetos vulnerables ya que, son potenciales víctimas de explotación y trata de personas”, agrega Pancho.

Es por ello que están empezando un proceso de formación en temas de trata de personas, con miras a desarrollar acciones de trabajo en este problemática. De ahí que la Pastoral de Movilidad Humana parte de un hecho social permanente que suele venir acompañado con la vulneración de los derechos de las personas. De esta manera, dedican importantes esfuerzos para trabajar con los grupos que se encuentran en esta situación, priorizando a las personas afectadas por la migración y el refugio.

“Necesitamos colaborar en la construcción de una cultura incluyente, que acoja, que brinde hospitalidad. Continuar apoyando a las y los desplazados en el plano espiritual, en lo psicológico y en lo jurídico y defender sus derechos. Promover y ejecutar más campañas de inclusión, de no discriminación y xenofobia. Combatir prejuicios y culturas excluyentes. Crear conciencia de que la migración es derecho que trae beneficios. Una forma concreta de Misericordia, en su Año, es ser hospitalarios, albergar al migrante”, precisa Monseñor Heras.

“Cada vez está llegando más población en movilidad humana por diferentes razones y vías de tránsito (regulares e irregulares). Esto está provocando e inquietando a que las instituciones deban buscar nuevas alternativas de apoyo y ayuda para esta población. Para nosotros como Iglesia, es importante el crear lazos de cercanía con estas personas y sus familias, y en función de ello hemos ido desarrollando nuestro trabajo en base a la promoción del desarrollo humano integral y solidario. A pesar de ello, la movilidad humana cada vez necesita de más atención y acción por los diversos matices con los que se desarrollan en Ecuador”, agrega Cristina Pancho.

Cristina Pancho, como responsable directa de esta dimensión, atendió de manera oportuna a las siguientes interrogantes, apuesta por soluciones que tengan como centro la dignidad de las personas.

¿A cuáles grupos atienden actualmente en Ecuador?

La Pastoral Social está trabajando sobre todo con personas inmigrantes, refugiados, familias de migrantes, comunidad local.

¿Qué proyecto(s) han sido piedra angular en su gestión?

“Actualmente mantenemos dos líneas de acción que son nuestros puntos de consolidación para el trabajo que llevamos adelante como Pastoral Social.

Eje de Ciudadanía: atención jurídica y psicosocial gratuita a personas en movilidad humana y comunidad local.

Eje de Formación y sensibilización: mediante el cual realizamos talleres sobre los derechos de la población en movilidad humana. Así también trabajamos una Campaña por la Hospitalidad, que busca promover los valores de acogida y hospitalidad, de esta manera promover sociedades más inclusivas y tolerantes.

Estos dos ejes de trabajo han sido apoyados por diversos proyectos que han permitido promover estas acciones, así como fortalecer las mismas durante el tiempo”.

Su opinión acerca de la crisis migratoria en América Latina, ¿De qué manera está articulando la Iglesia para hacerle frente?

“Es lamentable ver como cada día se intensifica la crisis migratoria y antes de buscar soluciones HUMANAS, se ha optado por soluciones fáciles e intolerantes como es el cierre de fronteras, dejando a la gente parada en los territorios sin poder moverse y más propensos a ser víctimas de violencia.

Existen temas urgentes que deben ser tratados en las agendas gubernamentales pero desde una visión más amplia, identificando las causas estructurales que provocan estas migraciones masivas. Porque a pesar del cierre de fronteras, las persona no dejaran de migrar, seguirán buscando alternativas y rutas cada vez más peligrosas para migrar a sus destinos “sueños”.

Como Iglesia ecuatoriana estamos articulando esfuerzos con nuestras Iglesias fraternas de nuestros vecinos países para realizar acciones conjuntas y poder servir a estas poblaciones. Sin embargo, como lo mencionaba anteriormente es inmenso el trabajo que se debe y tiene que hacer por esta población, lo cual demanda más esfuerzos de las instituciones.

Mediante la Compañía de Jesús somos parte de la Campaña por la Hospitalidad a nivel regional, que busca promover sociedades tolerantes, y rescatar los valores cristianos como es la acogida que actualmente se están perdiendo en esta región y más bien estamos sumergidos en el miedo hacia el diferente.

Como Iglesia queremos tender la mano a estos hombres y mujeres que sufren en tierra extraña; queremos ser signo de la presencia de Dios Padre y buscar con todos los hombres y mujeres de buena voluntad la justicia, la confianza y la paz” Declaratoria de los Obispos de Colombia y Ecuador, en el Encuentro de Frontera, Esmeraldas 22 de noviembre del 2011”.

Amazonizar el Ecuador, América Latina y el mundo

Romina Gallegos, Secretaria Ejecutiva del área de Ecoteología, es una sociólogo quien, desde el 2013 he tenido la gracia de trabajar (Ella bien lo afirma) en la Pastoral Social Cáritas Ecuador como parte del equipo que acompaña a la Red Amazónica de Ecuador, Red Eclesial Pan Amazónica.

Pero es desde 2014 cuando asumió la jefatura de Ecoteología y como bien ella misma lo explica: “Esta es un área que se crea para motivar el trabajo a nivel nacional sobre el cuidado del medio ambiente, en el marco del Desarrollo Humano Integral y Solidario”.

La dimensión de Ecoteología, por cierto un área naciente, busca impulsar un proceso de Red de la Pastoral de Ecología, para incidir a nivel socio político, para sensibilizar y capacitar, de tal modo hacer que todos quienes transitamos el camino cristiano nos sintamos custodios de la creación, de los bienes entregados, “para bien repartirlos y bien cultivarlos”.

Monseñor Walter Heras, como capitán de la nave, afirma, en cuanto a la dimensión de Ecoteología, que es necesario “Difundir y poner en marcha prácticas ambientales amigables con el planeta mediante campañas, capacitación y compromisos en las provincias amazónicas. Profundizar contactos con comunidades afectadas por la extracción petrolera, la minería, la deforestación y la aculturación”.

No obstante, el eje del trabajo de Cáritas en esta dimensión es la amazonización no sólo de Ecuador, sino de Latinoamérica. Todo el eje central reposa en la Encíclica Alabado Seas, donde el mismo Monseñor Heras ha hecho hincapié al afirmar que difundir y poner en práctica la Encíclica Alabado Seas será una de las tareas más inmediatas, además de liderar la conversión espiritual y ecológica que nos pide Su Santidad. “Apoyaremos todo lo que podamos a la Red Eclesial Pan Amazónica (REPAM)”, agrega.

Romina Gallegos, por su parte, con la deferencia del buen cristiano, atendió a la requisición, cada una de sus respuestas guardan un aquilatado mensaje, donde lo esencial es posicionar la dimensión ecológica como una de las prioridades en el trabajo eclesial.

¿Cómo va el trabajo en la dimensión de Ecoteología en Ecuador?

“Para la Pastoral Social Cáritas Ecuador se crea oficialmente el área de Ecoteología en 2014, sin embargo existían, experiencias que se trabajan a nivel diocesano como en Cuenca, Esmeraldas, Guaranda y a nivel zonal con la Red Amazónica que agrupa a los 6 vicariatos amazónicos que ya desarrollaban iniciativas sobre la defensa y el cuidado del medio ambiente.

Por lo que nuestro principal objetivo es recoger estas experiencias para potenciar un trabajo a nivel nacional, respetando las características propias de cada sistema de páramo, bosque seco y nublado, amazonía, pastizales, zonas desérticas, etc. Cabe resaltar que el trabajo que desarrollamos es articulado con la experiencia de la Zona Sur sobre el cuidado del Agua y con la Red Amazónica en el cuidado del bioma pan amazónico.

Hemos realizado el primer Encuentro de Ecoteología en Octubre de 2014 en Quito, donde quisimos reflexionar con la ayuda de P. José Luis Caravias s.j. sobre el cuidado de la tierra y sobre las implicaciones de la Ecoteología para la Red Pastoral Social Cáritas Ecuador.

También hemos podido desarrollar procesos de sensibilización con la Pastoral de la Mujer y logramos incorporar la dimensión Ecológica en el proceso de la Escuela Diocesana en Formación en Cáritas EDIFICA a nivel zonal en la Zona Sur y Zona Oriente durante el 2014 y 2015.

Más tarde con el lanzamiento de la Encíclica Laudato Si, nos articulamos con la Conferencia Ecuatoriana de Religiosas/os - CER, ALER, SIGNIS ALC, Fe y Alegría, Movimiento Católico Mundial por el Clima, Servicio Jesuita para Refugiados, Comisión de Justicia y Paz, Centro de Formación Leonidas Proaño, REPAM, entre otras instituciones para realizar un evento sobre la Encíclica y el llamado para todos nosotros en el Ecuador. Compartimos con ustedes el comunicado final, que orienta nuestro trabajo: http://www.caritasecuador.org/2015/11/comunicado-final-jnps/

En la actualidad tenemos planificado una estrategia a 3 años para poder sensibilizar sobre la Encíclica Laudato Si y el Cuidado de la Casa Común y capacitar con una caja de herramientas para formar a replicadores que lleven este mensaje a nivel nacional. También desarrollaremos un diagnóstico sobre la situación ambiental en las 5 zonas: costa, sierra, sierra norte, sierra sur y amazonía, para establecer estrategias a cada una de ellas. Tenemos mucha esperanza en lo que podremos sembrar durante este tiempo.

Ante la crisis climática, por ejemplo, El Niño, muchos países de América Latina se han visto afectados, hasta qué punto están contribuyendo desde la Iglesia para apoyar fuentes de energía limpia y propiciar el uso eficiente de la energía ante posibles escenarios más críticos en venideros años.

Pues la opción inicial es posicionar a la dimensión ecológica como una de las prioridades en el trabajo eclesial, ya existen muchas iniciativas, experiencias y aprendizajes en ello, pero es necesario dar un paso más para que trabajemos de manera más articulada y prioritaria no solo el uso de energías limpias, sino también la reducción de residuos, mitigación al cambio climático, estudios de impacto ambiental y acciones correctivas frente a desastres ambientales.

La iglesia históricamente ha atendido a las poblaciones afectadas por emergencias como la del Fenómeno del Niño, terremotos, y erupciones volcánicas. En la actualidad la iglesia en el Ecuador se encuentra trabajando por responder y atender a las personas afectadas por el Terremoto del 16 de Abril.

En la costa ecuatoriana se está desarrollando una estrategia de atención que incluye la perspectiva en la construcción de viviendas sustentables. Esto podrá ser realidad gracias a la articulación de un frente eclesial entre la Conferencia Ecuatoriana de Religiosas/os, Compañía de Jesús, Hogar de Cristo y Pastoral Social Cáritas Ecuador”.

¿Cree usted las COP (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) realizadas han movido voluntades, aun cuando las potencias industriales como EE.UU, China y Rusia, todavía no hacen cambios más radicales con respecto a sus modelos consumistas de desarrollo?

“Creo que los espacios internacionales son importantes, porque en ellos se desarrollan otras formas de influencia e incidencia, sin embargo al ser tan amplias, donde se desarrollan un sinnúmero de eventos oficiales y alternos, lastimosamente quedan siempre en acuerdos muy generales, y las voluntades políticas no dan su brazo a torcer para realizar los cambios necesarios.

Esto ocurre, porque seguimos creyendo que unos tienen más derechos que otros, que los intereses económicos (inmediatistas) son más importantes que el derecho al territorio, al agua, a la salud, a la educación, a los recursos para todas y todos, en especial,o al derecho a un mundo sano para las futuras generaciones.

Creo en el poder que viene desde abajo y que ejerce presión a los tomadores de decisiones, es por ello, que apuesto por la organización local y nacional para realizar medidas de protección a la casa común, y son estos procesos que deben orientar a los grandes eventos internacionales, para que las agendas sean construidas desde abajo, y no en razón de otros intereses”.

Con todo y la profundidad de la Laudato Si, hay sectores que la adversan y despotrican de su contenidos, por ejemplo, la consideran de poco valor científico, que hay acusaciones sin "fundamento", ¿Qué les diría a esos sectores que se oponen radicalmente y son una némesis del planteamiento del Papa Francisco?

“Para quienes creen que la Encíclica no es un documento con fundamento, y que es una locura de un sector "verde" dentro de la iglesia, los invitaría a observar los alrededores de donde viven, que revisen las calles, que identifiquen a los rostros de los más humildes, los más vulnerados, que vean los nevados y comparen cuanta nieve tenían antes y tienen ahora, que se den una vuelta por los ríos de su ciudad y verifiquen si pueden ser utilizados para bañarse, o si ya se encuentran contaminados por los desperdicios que se les arrojan.

Los invito a que recuerden como crecieron en su niñez, y que la comparen en el entorno que están creciendo los niños de hoy en día, y que se den cuenta los cambios que viven nuestra casa común. Que puedan abrir bien sus ojos, porque este es un problema que sin importar en donde nos encontremos, nos está afectado y nos seguirá afectando a todas/os.

Pero sobre todo, los invitaría a que se hagan una pregunta: ¿Cómo es mi relación con el resto de mis hermanas y hermanos, en especial, como es mi relación con la hermana madre tierra? y que mediante esta pregunta puedan descubrir si son o no administradores responsables de esta gran casa donde vivimos.

Aún vivimos con esperanza quienes creemos que el cambio es posible, porque creemos en un mundo mejor, y lucharemos por conseguirlo, y seguiremos luchando para que aquellos que no quieran ver, puedan abrir sus ojos y su corazón para unir hombros en la construcción de un mundo mejor y necesario.

Compartimos con ustedes la serie radial de la Encíclica Laudato Si, elaborada por REPAM, para que descubran la encíclica de una manera más dinámica y escuchen al hermano petróleo, el hermano coltán, la hermana soya o la hermana amazonía. http://redamazonica.org/2016/01/serie-radial-laudato-si-sobre-el-cuidado-de-la-casa-comun/”.

50 visualizaciones0 comentarios
bottom of page