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Ángel Alberto Morillo

Cáritas Ecuador, la dimensión samaritana de la vida de la Iglesia en la mitad del mundo (II)


Los días después de la tragedia del terremoto han sido muy duros y mientras el mundo y los medios se olvidan del suceso, desde Cáritas Ecuador aún continúan la ardua labor de acompañar a familias enteras que han perdido todo.

Esa es la labor samaritana que va encabezada por Monseñor Walter Heras, actual Presidente de Cáritas Ecuador, asumiéndose de este modo como un referente de asistencia, de ayuda y socorro. Cuenta Monseñor Heras que sus redes sociales tuvieron una afluencia inusitada. “Es interesante reflexionar sobre el asistencialismo y el DHIS en el que se comienza por construir comunidad”, apunta.

Tomando las palabras del Papa, ¿Cómo ha sido esa caricia de la Iglesia al pueblo ecuatoriano luego de ese devastador terremoto? Ante la pregunta Monseñor Heras responde: “Hemos salido lo más que hemos podido. Hemos convocado, llamado a la solidaridad, hemos mostrado, consolado y llorado con quienes han sufrido. Primero buscamos dormida para la gente, luego levantaremos nuestras iglesias.

Todo esto ha llevado a Cáritas Ecuador a unirse a la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), a la Provincia Jesuita del Ecuador y a la Conferencia Ecuatoriana de Religiosas y Religiosos de Ecuador (CER) buscando una eficacia apostólica de respuesta a las comunidades afectadas por el sismo, donde han priorizado los siguientes temas:

  • Acompañamiento espiritual y psicológico a las víctimas (Coordinado por la CER)

  • Reconstrucción de vivienda digna y fortalecimiento del tejido social comunitario (Coordinado por la Provincia Jesuita de Ecuador)

  • Generación de medios de vida para la sostenibilidad económica de familias y comunidades (PSCE)

A este esfuerzo se unirá la Pontificia Universidad de Ecuador y el Servicio Jesuita de Refugiados y Migrantes. Para intervenir, se han basado en la información generada por las instancias eclesiales ubicadas en el territorio.

Para ejecutar este plan se creará una organización mínima que les permita responder adecuada y rápidamente. “Esta conjunción de fuerzas no cohíbe en nada las labores solidarias que emprenda cada institución religiosa. El acompañamiento fraterno genera esperanza”, agrega Monseñor Heras.

Tareas pendientes, una labor constante

El gran saldo organizativo está en las Cáritas Parroquiales, donde el trabajo voluntario se asienta en las bases comunitarias de cada Diócesis. En las tres últimas Asambleas Nacionales, estas instancias han considerado prioritario establecer una relación fuerte con la mayor cantidad de Obispos y Párrocos posibles, para tener una Cáritas Parroquiales en cada Parroquia del país; “ese continúa siendo nuestro gran reto desde hace casi cuatro años”, destaca Moseñor.

En el aspecto de la salud, un punto de honor es continuar las alianzas estratégicas con Instituciones clericales, laicas y ONGs que permitan participar en eventos tan útiles y de alta calidad profesional como el II Congreso Internacional de Cuidados Paliativos (http://www.caritasecuador.org/2015/10/la-salud-y-los-difuntos/).

En la dimensión de la Economía Social y Solidaria la tarea será continuar trabajando con las bases que producen alimentos como también la creación de espacios y condiciones para un comercio justo y solidario

Una mirada a América Latina

Monseñor Walter Heras es muy enfático al referir que América Latina ha heredado, en forma aguda, los males del colonialismo, del imperialismo y del neoliberalismo. El daño sufrido abarca dimensiones diversas. Hay corrupción del poder: se llega a él para lucrar, no para servir. El poder está entregado al capital mundial. Hay inequidad y pobreza. Es necesario un cambio. La Iglesia ha sido consciente de esta necesidad de cambio, y da un paso adelante. Va en salida.

Todo esto en consonancia con los principios de la Iglesia que urge la sociedad, cuyo sustrato es la doctrina social de la iglesia, en este sentido, afirma que “Los cambios progresistas sociales que se han dado son justos. Cuba, Nicaragua, Chile con Allende, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Panamá y otros países han tratado de desalinearse del capitalismo y el neoliberalismo. Ecuador debe ser considerado un líder en propuestas de cambio, dando prioridad a la inversión social”.

El discurso de Monseñor Heras toca lo concerniente al cambio, pues en nuestro continente “Urge un cambio total en la Región. La Iglesia apuesta por ese cambio. Orienta, opina, se ha equivocado, ha cometido errores, pero está viva, presente. Voces de mártires amazónicos y urbanos, voces de líderes vivos como Caravias, Frei Betto, Houtart, Leonardo Boff y muchas más, pero sobre todo la del Papa, esa voz revolucionaria que permite vivir una fe nueva”.

Considera que Ecuador, Bolivia y Venezuela deben ser considerados como líderes en procesos sociales más justos y dignos, pero sin duda se cierne sobre estos países la “restauración conservadora” que busca desestabilizar los procesos democráticos alcanzados en estas naciones. Detrás está el gran capital y toda la fuerza mediática de las clases dominantes locales.

Es optimista, sobre todo ante el inminente riesgo de la salida del poder de estos gobiernos de corte progresista, porque “A pesar de los tumbos y los tropiezos en estos procesos progresistas, se reconoce en América Latina la necesidad de cambiar de modelo, tal como lo pide el papa Francisco. Nos es difícil valorar cuánto ha madurado el pueblo latinoamericano y cuán es capaz de discernir qué le conviene y qué le perjudica. Pero creemos que los procesos sociales tienen su vida propia y es deber nuestro el mantener la objetividad y, sobre todo, ayudar a discernir”.

¿Considera que la caída paulatina de gobiernos progresistas pueda afectar también a Ecuador?

“Claro que sí, estamos ante una consigna mundial de explotar recursos naturales lo más barato posible, sin que importen los costos humanos y ambientales. No es cosa de “derecha” o “izquierda” sino de sobrevivir en este mundo globalizado, manteniendo el horizonte social por sobre el económico. Eso se ha intentado en Ecuador durante los últimos diez años, pero se avecinan tiempos contrarios a este despertar social ecuatoriano

La situación geográfica del país, su riqueza natural y el proceso de dolarización hacen de nuestra patria un blanco importante para los grandes intereses multinacionales. Por razones obvias, Ecuador debe de estar al lado de la corriente neoliberal que empobrece, explota y discrimina. Sin embargo, se han levantado voces que claman independencia a estas directrices mundiales que pauperizan y degradan al ser humano al ponerlo al servicio del dinero y del consumo

Los gobiernos neoliberales vecinos afectan la paz ecuatoriana. Colombia sigue expulsando desplazados al Ecuador y devalúa su moneda afectando el comercio binacional. El dólar atrae a peruanos, colombianos y otras personas extranjeras que quieren establecerse en el país. Los intereses económicos de las petroleras, mineras, madereras y trust alimentarios quieren imponer sus condiciones, como lo hacen con nuestros vecinos neoliberales.

La Iglesia no es indiferente a este proceso; al contrario, lo mira con interés y quiere mediar; ese es su rol más importante durante estos ocho meses y medio que nos quedan para las próximas elecciones; además, la Iglesia debe ayudar a discernir. De todas maneras, hay que esperar hasta los próximos resultados electorales para poder comprobar hasta dónde ha calado el proceso político de Alianza País. Serán meses difíciles, como ya lo ha advertido la comunidad internacional y nacional”.

En caso de una posible crisis política en Ecuador, ¿Cuál sería el papel de la Iglesia?

“El domingo 19 de febrero del próximo año se celebrarán las elecciones para los cargos de Presidente, Vicepresidente y miembros de la Asamblea Nacional. Es difícil que se rompa el orden constitucional; todo apunta a que el país vaya ese día “tranquilamente” a elecciones.

Sin embargo, los Obispos del Ecuador, en su CXXXIX Asamblea Plenaria realizada en Quito en marzo de este año, ya advierten: “Nos acercamos además a un período electoral, que puede caracterizarse por la exasperación de los enfrentamientos políticos, afectándose todavía más las actitudes de diálogo y colaboración sincera, que consideramos indispensable para que nuestra sociedad pueda enfrentar, con eficacia y sentido de corresponsabilidad, la situación adversa que atraviesa el país”. Así se expresan los señores Obispos del Ecuador (http://www.caritasecuador.org/2016/04/mensaje-de-los-obispos-al-pais/)

En este debate democrático, en donde el poder de los medios de comunicación es cada vez más definitivo, la Iglesia tiene que ayudar a discernir. El país ya vive una campaña electoral sucia y poco objetiva, polarizada.

Esta campaña confunde y genera división. La gran mayoría de los medios privados ataca al gobierno, y los medios públicos lo defienden y promueven su obra social –educación, salud, soberanía/autoestima, inclusión de género, discapacitados, minorías étnicas, deporte y recreación, colectivos sexuales discriminados– y difunden la inversión en infraestructura y la red vial.

Estos 10 años de gobierno de Alianza País han cambiado a Ecuador en su base: por vez primera se hizo de la inversión social una prioridad. La oposición acusa al gobierno de corrupción, despilfarro, autoritarismo e incapacidad para gobernar. Las redes sociales también están polarizadas, llenas de insultos, amenazas y calumnias. La oposición niega la crisis internacional y le achaca al gobierno la recesión actual.

Se evidencia la preocupación de nuestros Obispos: “En nuestro país, a nivel social, hemos comenzado a vivir momentos difíciles. La perspectiva económica se ve muy incierta, así como los caminos para enfrentarla. Nos preocupan las previsibles repercusiones en la vida de nuestro pueblo, sus decepciones y nuevas situaciones de precariedad, especialmente de los jóvenes envueltos en las drogas, los niños y las mujeres comercializados en la trata de personas y otros en situaciones de vulnerabilidad, como la inseguridad y el desempleo”, nos expresan en su comunicado al país luego de su Asamblea Plenaria.

Continúa el mensaje de la Asamblea Plenaria de nuestros Obispos: “Nos acercamos además a un período electoral, que puede caracterizarse por la exasperación de los enfrentamientos políticos, afectándose todavía más las actitudes de diálogo y colaboración sincera, que consideramos indispensable para que nuestra sociedad pueda enfrentar, con eficacia y sentido de corresponsabilidad, la situación adversa que atraviesa el país”.

Le recomendamos estos enlaces de nuestros hermanos de Cáritas Ecuador

Nuestra caricia para este pueblo dolido se refleja en los Boletines y Notas que subimos a la web de Cáritas.

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