En Cáritas Argentina se viene desarrollando desde hace tiempo el Proyecto Mochileros por la Infancia, que tiene como marco de referencia las prácticas de animación sociocultural, asumidas por adolescentes y jóvenes de sectores de alta vulnerabilidad social.
Sin importar raza, credo o condición, estos adolescentes y jóvenes desde sus propias comunidades dedican parte de su tiempo libre a atender a niños y niñas a través de juegos y las manifestaciones culturales, es de este modo como ya han llegado a 20 provincias -78 localidades- de Argentina, con una población total de 1200 adolescentes y jóvenes.
Los mochileros y mochileras, cargan en su espalda una mochila – de allí el nombre del proyecto- en esta hay títeres, juegos didácticos, libros, instrumentos musicales, para posibilitar a los niños/as la realización de actividades educativas no formales, convocando de este modo a niños y a niñas para jugar, leer y recrearse, generando espacios de creatividad en contextos de pobreza.
Asimismo estos héroes anónimos desarrollan con este trabajo una estrategia de contención visitando a las familias para promover la escolarización. Son prácticas no institucionalizadas, que acontecen en asentamientos, esquinas, basurales, plazas, capillas, canchas de futbol, puestos sanitarios, en el campo, en organizaciones sociales y en aquellos lugares dónde están los niños y niñas.
El responsable directo de este proyecto es Javier Quesada, Coordinador del área de Educación y Referente de la temática de Primera Infancia de Cáritas Argentina, Pedagogo Social y Psicólogo Social, además Master en Animación Sociocultural y Educación Social, quien explica que los mochileros y mochileras “Reciben a nivel local capacitación permanente y entrenamiento para trabajar con la infancia desde una perspectiva de derechos. Participan de encuentros locales, regionales y nacionales, ampliando su mirada y su experiencia cotidiana. Los jóvenes se inscriben en esta práctica social de modo solidario para comprometerse en la transformación de su propia realidad, reconociendo, al poco tiempo, que esta función actúa como espacio de pertenencia, constituyendo la propia subjetividad y llenando un vacío existencial”.
Este esfuerzo institucional de Cáritas Argentina busca principalmente dar acceso a libros, juegos, instrumentos musicales a niños y niñas de sectores vulnerables que no poseían. Los mismos jóvenes protagonistas, muchas veces partícipes también de su propia situación de vulnerabilidad, como los niños y niñas con los que trabajan manifiestan: “Yo soy una persona más que quiere ayudar para una sociedad mejor” (mujer, 17 años, Humahuaca); “gracias a los mochileros muchos chicos salieron del camino de las drogas, del alcohol” (varón, 18 años, Bº Zavaleta); “Me cambió la vida, me transformó la forma de ser” (mujer, 18 años, San Lorenzo)
En nuestra América Latina desde Simón Rodríguez hasta Paulo Freire se había iniciado un camino llamado Educación Popular, es por ello como el Proyecto Mochileros por la Infancia se inspira en estos preceptos como una forma de pensar los procesos educativos, una manera de mirar la realidad y de comprometerse en su transformación.
Finalmente con “Mochileros” se busca que el proceso pedagógico produzca mayor libertad en cada actor involucrado, de modo que reconozca sus capacidades y posibilidades para lograr la inclusión social. Un aspecto significativo a destacar es que el mochilero, ha percibido a partir del desarrollo de su función, encuentra su vocación y su proyecto de vida, concretado con ello parte del proceso de educación secundaria también de cara al inicio de estudios universitarios. Es decir, que el eje educativo que ellos promueven, también los tiene como sujetos plenos del derecho a la educación. En efecto, se transforma el sujeto y el contexto.
Para mayor información escriba a educación@caritas.org.ar