Antes de hablar de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) es imperativo recordar que la región panamazónica, un territorio conformado por 9 naciones de América del Sur: Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Surinam, Guyana y Guyana Francesa, con una extensión de 7.8 de millones de kilómetros, es considerada el lugar con el mayor bioma del planeta. Esto no es poca cosa, al punto que el mismo papa Francisco, en 2013, en su visita a Brasil haya señalado de modo estigmático: “Yo quisiera añadir que la obra de la iglesia ha de ser ulteriormente incentivada y relanzada en la amazonía”.
Pero esto no fue todo, sin duda alguna, su mayor desafío con respecto al cuidado del planeta y de la vida misma lo condensó en su celebérrima encíclica “Laudato Sii” (Alabado seas) en alegoría al pensamiento de Francisco de Asis.
A partir de estos elementos, se puede entonces afirmar que la REPAM es una organización de la Iglesia Católica con génesis en el año 2014, cuyo desafío central está en repensar las relaciones con la naturaleza y con la población local de esa región, con miras a llegar alrededor de 34 millones de habitantes. No obstante, como bien lo apunta Mauricio López, Secretario ejecutivo de esta organización, “es importante que la gente sepa que la REPAM no nació hace un año y medio cuando se fundó, la REPAM representa décadas, incluso siglos, de presencia eclesial cuando no había ninguna otra presencia, cuando los gobiernos no llegaban, cuando ningún otro actor llegaba, la Iglesia estaba allí, acompañanado, con sombras, con tropiezos del contexto histórico, pero aprendiendo también”.
Bajo el lema “Fuente de vida en el corazón de la iglesia”, esta organización une voluntades de todas partes del mundo, en especial, de esta parte del sur, para conformar equipos de trabajo cuyo objetivo principal es la preservación, cuidado y rescate de todo la panamazonía como pulmón verde del planeta. Al respecto López es muy enfático: “Nuestra visión como REPAM no es otra que la Laudato Sii. La REPAM ha sido una novedad esperanzadora, en un contexto de un territorio panamazónico que incluyen 9 países, donde la presencia de la iglesia ha sido heroica, inculturada, inserta”.
En el marco de la celebración del Seminario “Una Iglesia en salida, pobre para los pobres: Desafíos de la pastoral Social en el pontificado del papa Francisco”, organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), a través de su Departamento de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL), celebrado en Bogotá, el Secretario ejecutivo, Mauricio López profundizó en el tema.
¿Cómo está la REPAM, en qué anda?
Estamos en la convocatoria de una escuela de promotores y defensores de Derechos Humanos en la Panamazonía, no para expertos sino gente de a pie: agentes de pastoral, líderes comunitarios, que se puedan documentar para denunciar los casos de violaciones de derechos humanos, donde la REPAM sea el vehículo que conduzca la llegada a instancias como la Comisión Interamericana de derechos humanos, que gracias al DEJUSOL tenemos las puertas abiertas con ellos. En el ámbito comunicacional estamos formando a los actores en el territorio, en redes de comunicadores, no con la comunicación como herramienta nada más, sino la comunicación como detonadora de la transformación, ahí están los programas radiales sobre la encíclica Laudato Sii. En el tema de pueblos indígenas, hemos hecho reuniones este año, no solo por país sino en las cuencas prioritarias de la Panamazonía que son 27, donde lo que queremos no es hacer una agenda nosotros, sino escuchar atentamente lo que los pueblos indígenas esperan y precisan de la Iglesia. Y luego en redes internacionales, trabajando en campañas de incidencia a nivel internacional, con el tema de la otra selva porque una selva sin la otra no tiene solución, si en el norte de este planeta no cambian el modelo de consumo, la estructura de desarrollo, no hay nada que podamos hacer.
¿Pero cómo hacer frente a esas hegemonías de modelo de desarrollo, cómo lograr que los países llamados desarrollados hagan un acto de conciencia al respecto?
Lo primero es que la Iglesia, a pesar de sus dificultades, sigue siendo una, si no la más, legítima institución que existe en los países, entonces eso es una fuerza muy grande que se tiene que convertir en fuerza profética; segundo, la Iglesia tiene una presencia formal e institucional en ámbitos muy importantes, por ejemplo, en organismos internacionales como Naciones Unidas, todas sus estructuras, redes regionales, entre ellas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; lo que pasa es que estábamos muy fragmentados, hay redes de iglesia presentes haciendo presión en Nueva York, Ginebra, Washington, lo que pasa es que no se conectaban con los terrtorios. Entonces cómo hacer, sentimos que todo esto hay una fuerza disponible, que hay que conectar; otra cosa, la Repam no está articuluada solo con los nueve países de la panamazonía, también trabajamos con nuestros hermanos de Cáritas de toda Europa, Estados Unidos y Canadá, quienes tienen una agenda de incidencia para cuestionar el modelo de desarrollo actual. A la luz del cambio climático, todos estamos uniendo fuerzas que ya estaban allí. De hecho ellos están elaborando campañas de conciencia sobre la Amazonía, pues si la devastamos el 20% del agua potable consumible no congelada se produce en esta zona, así como también el 20% de oxígeno; a la gente yo siempre le digo, uno de cada 5 vasos que te tomas, uno viene de la Amazonía, así como también el oxígeno que respiras. En el norte ya están montando campañas desde cada uno de sus enfoques para tratar de cuestionar ese modelo de desarrollo y donde la Amazonía no sea algo exótico, lejano, sino un símbolo también.
¿Pero ese es el camino?
Creemos que vamos por buen camino, ciertamente con mucha fragilidad. Es muy complejo, el articulado eclesial es muy difícil, pero es muy hermoso, ahora el CELAM nos acoge dentro de su estructura, las redes de Cáritas son las que siguen sosteniendo muchas de las redes locales en la Panamazonía y la Confederación Latinoamericana y Caribeña de religiosos y religiosas (CLAR) es la que está más encarnada en estos territorios, entonces esas instancias junto con la Conferencia de Obispos de Brasil, además de varias REPAM nacionales como las de Colombia, Bolivia, Brasil y en Ecuador, donde sentimos que se sembró la semilla junto con el DEJUSOL que hoy continúa dando estos frutos.
¿Y para cerrar?
Por último decir la Laudato Sii es una fuerza enorme, pero que se puede quedar en un documento hermoso e inspirador que no tenga sentido; precisamente le escuchaba a monseñor José Luis Azuaje que justamente decía eso, lo local no abarca solamente América Latina o la Panamazonía, lo local incluye sobre todo esos países que son los grandes contaminadores, los que están más encaminados en este modelo de desarrollo y tienen que ser cuestionados. Por tanto, la encíclica tiene que ser la herramienta y la REPAM trata de dinamizar este tipo de reflexiones.
Trabajo eclesial en la Panamazonía en el tiempo...
* 40 años de la primera reunión de obispos en Brasil sobre el tema de la amazonía.
* 15 años que el CELAM está promoviendo encuentros con respecto al tema.
* 10 años que Cáritas -Selaac- está reflexionando sobre medioambiente y la Confederación de Religiosos y Religiosas (CLAR) alrededor de 15 años analizando y tarabajando el tema de ecología.
* 2014: REPAM es la plataforma que permite a todas estas organizaciones interactuar junto con la gente respecto a estas temáticas. La Laudato Si se ha convertido en el eje iluminador más grande entre las organizaciones.
REPAM en la red
Actualmente la REPAM pone a disposición de todos la serie radial Laudato Sii como una forma de hacer más sencillos aquellos contenidos más complejos; esto sin perder la esencia carismática que imprime el Papa Francisco como una forma de socializar información en la web. La idea es abordar esta encíclica teniendo como eje transversal el cambio climático y como está arruinando a la Madre Tierra.
Para descargar la serie cliquee en el siguiente enlace: redamazonica.org