Gabriela Cicalese es una argentina que desde hace más de 20 años se ha insertado en las comunidades para desarrollar trabajos relacionados con la comunicación comunitaria, institucionalización de colectivos que no tienen formato jurídico y, sobre todo, en la actualidad sobre procesos de incidencia.
Ella es Doctora en Comunicación de la Universidad Nacional de la Plata y Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. La docencia y la investigación son sus pasiones y desde el año 2009 pasó a engrosar las filas de Cáritas Argentina, primero como miembro de la Comisión Nacional y luego como Vicerdirectora de este ente.
El termino incidencia se relaciona con los procesos de empoderamiento por parte de comunidades particulares que lucha por sus derechos, en este sentido la Doctora Cicalese, la mujer de la boina, ahondará sobre esta temática, ella es clara cuando afirma que “Nunca vamos a hacer un proceso de incidencia que vaya en contra de nuestra identidad, o cuando hay algo proactivo lo que obstruye el lobby”.
¿Cómo son los inicios del proceso de incidencia?
“Hay una primera génesis con los procesos que se dan en paralelo a principios de los años 90, en Estados Unidos lo que se conoce como advocacy y en Europa. Se trataba de buscar democracias más fuertes con una sociedad civil autónoma, donde los ciudadanos comenzaron a ser generadores de agenda de lo público y en esto tuvo muchas iniciativas y tuvo como una sistematización de estos procesos.
Los procesos de incidencia son iniciativas sectoriales, que tienen que ver con la promoción de derechos que en la mayoría de los casos abarcan a todos. A Latinoamérica llega muy tardíamente, llega de la mano de los cientistas políticos. La comunicación hace muy poco lo empezó a trabajar. La Iglesia lo hizo a través de los movimientos de educomunicación.”
¿Ante la eventual llegada de gobiernos de corte neoliberal, cómo asumirían los colectivos el tema de la incidencia?
“Más bien al contrario de lo que se pueda pensar, los gobiernos de corte más popular y progresistas en los últimos años han creado con las personas relaciones más de dependencia por el marcado control del Estado sobre las instituciones y la sociedad, por tanto, frena las iniciativas particulares, creando con ello una hegemonía.
En cambio con la vuelta de Gobiernos cuyo modelo de desarrollo económico en antaño había fracasado y hoy retornan en algunos países, eso sin duda motivará la protesta, la organización, la gente se verá obligada a luchar por sus derechos ante la amenaza de perder lo que habían conquistado. Estos cambios sin duda impulsarán más procesos de incidencia”.
La incidencia es un proceso que mueve los consensos, donde la sociedad y la democracia son imaginadas por cada comunidad, la participación política y el protagonismo ciudadano adquieren nuevas aristas y nuevas posibilidades.
Si de hablar de cambios se trata y más de consensos, ¿pudiera decirse que Jesucristo fue un promotor genuino de incidencia?
“No. Yo diría más bien que él fue un revolucionario, el cambió radicalmente la estructura, el sistema. No es lo mismo una revolución que un proceso de incidencia. Por tanto son dos cuestiones muy distintas, en la incidencia es un grupo que se organiza, acciona, lucha por una reivindicación, por sus derechos; en la incidencia entran las figuras de los mediadores, el diálogo, una serie de factores donde las instituciones y la sociedad cumplen un rol específico”.
Entonces en este caso, podría decirse que el Papa Francisco es un referente de la incidencia.
Exactamente. Fíjate, Francisco, a pesar que es la Autoridad dentro de la Iglesia Católica, ha intervenido ante Gobiernos poderosos e incidido en la toma de decisiones políticas transcendentales, pues él en esas esferas no tiene ese poder de decisión ante estos gobiernos. Por ello, este Papa se ha convertido en un referente de muchas luchas sociales que los centros de poder habían tratado de ocultar. Ha visibilizado a los excluidos, ha ganado la voluntad de muchos quienes habían perdido incluso le fe misma, la esperanza”.