Estas mujeres no son ningunas advenedizas, por años han trabajado codo a codo por una Iglesia más inclusiva y con rostro de mujer. Por sus obras las conoceréis, y en los espacios donde hacen vida, han demostrado ser una buena nueva, sacando adelante iniciativas dentro de sus organizaciones por el bienestar de los más vulnerables.
A propósito de la convocatoria realizada por el Papa Francisco para formar una comisión para estudiar con mayor profundidad el tema del diaconado femenino en el seno de la Iglesia, estas guerreras ofrecieron su muy humilde pero valiosa opinión.
Esta es una posibilidad que llena de expectativas todo a todo el mundo, los vientos de cambio radical soplan. El sabor latinoamericano nuevamente a la palestra, mujeres de Iglesia, religiosas y laicas, expresan sus pareceres ante lo que a la opinión pública mundial significa un camino nuevo para enfrentar las vicisitudes por las que atraviesa la humanidad, pues gracias a la mujer la historia ha tenido significativos momentos y cruciales cambios.
Hoy Ruth, Noemí, Marta, María, están de fiesta y junto con Romina, Maribel, Zenaide, Hermelinda, Rosibel y Jeannete celebran está esperanza, pues el simple hecho ya de hablar, de abrir posibilidades, es de por sí un grano de mostaza necesario para mover montañas.
Con estos versos del poeta chileno, Vicente Huidobro, conozcamos el testimonio de vida de estas mujeres latinoamericanas y su postura ante un eventual papel como diaconisas:
Mujer el mundo está amueblado por tus ojos /
Se hace más alto el cielo en tu presencia
“Es de alguna manera distinguir y retomar el mensaje fundante de Jesús”, Romina Gallegos, Ecuador
Romina Gallegos, socióloga, desde 2013 ha tenido la responsabilidad de trabajar Social Cáritas Ecuador como parte del equipo que acompaña a la Red Amazónica de Ecuador, Red Eclesial Pan Amazónica.
Es, desde el 2014, responsable el área de Ecoteología, un área creada para motivar el trabajo en todo Ecuador sobre el cuidado del medio ambiente, en el marco del Desarrollo Humano Integral y Solidario.
Gallegos comenta: “Me alegra mucho la noticia; creo que el rol de la mujer puede retomarse en la Iglesia, y además sigue siendo un tema fundamental para dar paso a este nuevo modelo de Iglesia en salida como una expresión mucho más apropiada.
A criterio de la Responsable de Ecoteología de Cáritas de Ecuador, este reconocimiento es un signo muy positivo: “Es de alguna manera distinguir y retomar el mensaje fundante de Jesús, que todas y todos podamos ser portadores del mensaje de la buena nueva de Dios, que todos y todas podamos ser portadores de esta promesa de amor y de construcción del Reino, creo que ayuda, motiva y, justamente, da un reconocimiento al trabajo de la mujer en la Iglesia”.
“Revisando también un poco, ha habido también muchas declaraciones, muchos comentarios, hay como algunas cosas que también han llamado la atención de esta posición del Papa que es efectivamente como pueden presentarse obstáculos, sin embargo, para poder sortearlos debemos mirar las experiencias existentes de diaconados que existen en varias partes del mundo, de la que más he escuchado es de la ordenación de diáconos permamanentes en Chiapas México y creo que también es una experiencia interesante porque lo hacen en duplas, en parejas, desde una perspectiva y teología indígena, muy interesante”, apuntó.
“Creo que el diaconado es un modelo de apostolado que nos invita a ser portadores de anuncio y denuncia y que al final todos estamos llamados desde los diferentes dones y capacidad que tenemos y, en ello, la opción femenina puede aportar mucho a nuestra Iglesia”.
Ella defiende, sabe que a esta propuesta aún cuando solo es eso, ya tiene disidentes y detractores, por ello, “Considero que los comentarios no tan positivos deben tener mayor fundamentación, pues estamos llamados a estar abriendo fronteras, de seguir rompiendo esquemas, porque el mensaje de un Cristo vivo nos invita a eso, a leer los signos de los tiempos y en función de esto, prestar nuestro servicio, nuestras manos, es necesario continuar abriéndonos, de poco a poco porque todo cambio significa proceso, pero la valentía del Papa al retomar el tema, posicionándolo, quiera constituir una comisión, que de hecho ya lo hizo, da como muy buenos augurios de lo que pueda venir”.
“En la primitiva Iglesia hubo diaconisas”, Maribel Pertuz, México
La hermana Maribel Pertuz, de la Congregación Hermanas de San Juan Evangelista, actualmente está radicada en México, desde donde sigue desarrollando su trabajo con mujeres de la comunidad de Iztapalapa.
Quienes conocen de cerca sus aportes, saben que esta mujer no lleva dos días abordando el tema de la mujer en el ámbito teológico, de hecho, ella es referente continental pues la misma Confederación Caribeña y Latinoamericana de Religiosas y Religiosos (CLAR) en diversas ocasiones la ha llamado integrarse en el Equipo Memoria Histórica de la Vida Religiosa en América Latina y el Caribe, por supuesto, para abordar la temática de mujeres en la Biblia. Esto sin incluir sus investigaciones y estudios teológicos en esta área.
Con todas estas credenciales por delante, su postura ha sido muy transparente: “Creo que la Iglesia se ha demorado en ordenar diaconisas a las mujeres y esto fue un hecho en la Iglesia primitiva”.
Prosigue: “Jesús nunca discriminó a las mujeres, María fue del grupo de los 12 y anduvo itinerante de pueblo en pueblo, y en la primitiva Iglesia hubo diaconisas, de hecho, sin nombramiento, sin ministerio lo hemos ejercido, la diaconía de las mujeres es de gran riqueza, y si nos permitieran participar en las decisiones sería de beneficio para la fidelidad a Jesús y el Reino, y dinamizaría enormemente a Iglesia”.
Para esta religiosa, El Papa Francisco quiere posibilitar algo que es justo y que “venimos reclamando las mujeres; no sé qué tal fácil sea para él dentro de las estructuras antañas que quieren detener algo que es inherente al ser de la Iglesia”.
“Si el Papa Francisco se propone lo puede lograr a pesar de todos los vientos en contra, muchas mujeres de Iglesia hoy reclaman este derecho y esperamos que se pueda lograr pronto. Creo que si de distintas instancia de iglesia apoyan este reclamo de las mujeres, porque el Papa ha estado siendo fiel a las inquietudes que ha escuchado y por eso se ha movido de momento esta posibilidad de que las mujeres sean ordenadas diaconisas”.
“Es restaurar la dignidad de la mujer”, Rosibel Molina, Honduras
Para Rosibel Molina, laica comprometida, Referente de Enfoque de Equidad de Género del CELAM-DEJUSOL y asesora de Cáritas Latinoamérica, explica que “El tema de la posibilidad de que las mujeres sean diaconisas nos abre las puertas, nos da esperanza, y es una urgencia y un derecho en el caminar de la Iglesia”.
A su criterio esta activación de la comisión sería como el siguiente paso, pues argumenta que “diaconisas hay, pero no han sido reconocidas, el Papa está creando un ambiente favorable para avanzar en este tema. Tenemos eso sí, iniciar un abordaje desde la base, en nuestras comunidades, porque en la mayoría están conformadas por mujeres misioneras que impulsan procesos que pastorean rebaños y con ellas hay que hablar al respecto”.
“Desde el Equipo de Equidad de Cáritas de América Latina es el sentir de que esto es una esperanza para nosotros y va ser un punto de encuentro con las iglesias por la paz, porque vamos a hablar el mismo idioma, tratar de restaurar la dignidad de la mujer, quien ha sufrido violencia a lo largo de estos años”, apuntó Molina.
“La mujer en la iglesia ya está conquistando su espacio”, Zenaide Guareri, Brasil
El caso de la hermana Zenaide Guareri, de la Congregación de las Hermanas Misionera de San Carlos Borromeo- Scalabrinianas y además Gerente de implantación de los proyectos de la Pastoral de la Niñez (Pastoral da Criança) en Los países de América Latina, comenta que “Con la iniciativa del Papa en armar una comisión para en un futuro no lejano en ordenar Diaconisas, pienso que la mujer en la iglesia ya está conquistando su espacio. Solo le falta este ministerio”.
Esta mujer del sur de Brasil y que ha recorrido toda América Latina formando líderes voluntarios para la Pastoral de la Niñez es enfática al afirmar que “La Iglesia tiene que ganar porque hay mujeres quienes tienen este don de evangelizar con calidad y espiritualidad. Veo que el Papa está preparando la Iglesia del futuro. El paradigma de la Iglesia católica es acoger a todos y dar espacio sin discriminación alguna”.
“Este Papa, que Dios nos ha regalado, tiene un oído espiritual muy afinado y abierto al cambio”. Jeanette Rincón, Venezuela
Jeanette Rincón, una médico pediatra y comunicadora social, actualmente Presidenta del Teatro Baralt (Uno de los más antiguos de Venezuela), quien además fue profesora en la Universidad Católica Cecilio Acosta desarrollando importantes investigaciones en el área del Desarrollo Humano Integral, reflexiona sobre lo valioso, sobre todo en estos tiempos, del llamado del Papa, “porque estamos viviendo un cambio de época; y en ese cambio, se están rompiendo paradigmas, están naciendo otros y dentro de ese nacimiento, desde el punto de vista de la racionalidad y la lógica, nos estamos dando el permiso para lo que llaman la razón cordial, la inteligencia emocional le dicen otros, la razón sensible y ese es el aporte”.
La doctora Rincón aparte piensa que “Nosotras las mujeres tenemos otra forma de sentir y de razonar, de ver la realidad, de existir y que viene a ser el complemento perfecto de las formas que hemos heredado, y cuando digo complemento, no sólo me refiero a la imagen de estar solo al lado, sino que es el momento de darse el lugar, si de equidad se trata”.
“Hay que hacer ese equilibrio, entre esas formas de razonar y estamos en el momento propicio, porque el mundo se está abriendo a lo alternativo, a la novedad, a la sensibilidad y la Iglesia no puede quedarse atrás y cuando me refiero a Iglesia, me refiero a la jerarquía, a la estructura de la iglesia, la cual tiene que abrir paso a esos cambios en lo que la razón sensible se trata”, señala Rincón.
Ella afirma que llegó la hora del espíritu del cuidado, de la protección, de generar vida, “se hace sentir incluso en la jerarquía eclesiástica y celebro esta apertura hecha por el Papa Francisco”.
No escatima esfuerzos en hacerle un panegírico al Santo Padre: “Este Papa, que Dios nos ha regalado, tiene un oído sensible, un oído espiritual muy afinado y abierto al cambio, creo que ha entendido que las estructura y las tradiciones muchas veces ahogan el espíritu”.
“Como sucedió en los tiempos de Jesús, de la forma cómo los jerarcas de la religión judía mediaban entre el Dios de la vida y el pueblo, Jesús fue muy crítico, prácticamente denunciaba que la forma se comía el fondo, que la estructura apagaba la vida, por eso veo que el Papa está en la misma tónica de Jesucristo”, agrega.
Hace una llamado a todos los católicos y católicas: “Pienso que al Papa hay que seguirlo, debemos ayudarlo a través de la oración, hay que ayudarle en este caminar hacia la rehabilitación de la Iglesia, y decisiones como ésta, son cónsonas con eso de estar abiertos a las inspiraciones del Espíritu Santo, a los cambios necesarios, de este siglo que vivimos”.
Finalmente es optimista, Cree que con respecto al diaconado de las mujeres, ya hay una realidad de hecho, donde las mujeres, sobre todo las religiosas de inserción, ya median, prestan un gran servicio a la iglesia, aunque formalmente no sean tratadas como parte de la jerarquía eclesiástica, “pero es algo que acontece, es una posibilidad cierta en tanto que ya es”.
En cuanto a la forma, la doctora Rincón sugiere que “Hay que irse abriendo paso en las estructuras, sobre todo en las estructuras mentales, nosotros heredamos una civilización occidental muy centrada en el hombre, donde nosotras nos hemos abierto espacio, pero ciertamente es una épica que se emprende en el día tras día”.
“Somos responsables de la extensión del reinado de Dios”, Hermelinda Rozo, Colombia
La hermana Hermelinda Rozo es una colombiana que pertenece a la Congregación de Santa Teresita de Jesús, quien por más de 20 años ha trabajado en función de la espiritualidad de su comunidad misionera como lo es la catequesis. Esta también Licenciada en Educación ha abierto varias escuelas en zonas pobres de Bogotá, conociendo de cerca los pesares de la gente.
La hermana Hermelinda al planteársele el tema de una posible inserción de las mujeres en la Iglesia en calidad de diaconisas, no dudó en dar su visto bueno, “Mi respuesta es positiva”, lanzó, para luego complementar con que “Todos somos responsables de la extensión del reinado de Dios y sabiendo que las necesidades pastorales son muy grandes. A esto se le suma que el número de sacerdotes no es suficiente para la atención del pueblo de Dios. Otra razón muy válida radica en los valores que la mujer posee como profesional hoy en día, como formadora integral de nuevas generaciones”.
La hermana Rozo hace una descripción muy acertada de la mujer, justificando así lo pertinente de su participación tan transcendental dentro de la estructura de la Iglesia: “Se suman cualidades como su fe, capacidad para servir, su fortaleza y tenacidad para solucionar problemas, así como su espiritualidad y compromiso por crear un mundo mejor”.