En nuestro comunicado del 19 de agosto de este año, recordaba que, en México, aproximadamente un cuarto de millón de personas viven en 387 centros de rehabilitación social y prisiones, la mitad de ellos, en completo hacinamiento, ya que nuestro país ocupa el sexto lugar en la lista de cárceles saturadas a nivel mundial y cuatro de cada diez de estos hermanos, permanecen en detención sin haber recibido sentencia todavía.
También escribí lo que el Santo Papa Juan Pablo II decía a los detenidos en Durango (9 Mayo 1990) "el dolor y el sufrimiento humano adquieren significado, su fuerza salvífica y purificadora, cuando se perciben a la luz de Cristo" En quien todo es llevadero y nuestra alma encuentra descanso, porque "su yugo es suave y su carga ligera" (Mt. 11,30).