“Ninguna familia sin casa
Ningún campesino sin tierra
Ningún trabajador sin derechos
Ninguna persona sin dignidad”.
Papa Francisco.
Nosotros, la Comisión Episcopal Pastoral para el Servicio de la Caridad, Justicia y Paz, de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), reunidos en Brasilia, durante los días 18 y 19 de octubre de 2016, manifestamos nuestra preocupación con el escenario de retrocesos, en curso, de los derechos sociales en Brasil.
Entendemos que las propuestas de reforma laboral y de tercerización, reforma de educación media, reforma de asistencia social y, sobre todo, la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC 241/2016) que establece un congelamiento de los recursos públicos para las políticas sociales por 20 años, que ponen en riesgo los derechos sociales del pueblo brasileño, sobre todo de los empobrecidos.
En sintonía con la Doctrina Social de la Iglesia Católica, no se puede buscar un equilibrio en la inversión social eliminando los recursos destinados a los servicios públicos que atienden a más pobres de nuestra nación. No es justo que los pobres paguen esa cuenta, mientras que otros sectores continúan lucrándose con la crisis.
Refirmamos nuestra solidaridad con los movimientos sociales, principalmente con los trabajadores y trabajadoras, y con la juventud, quienes manifiestan su descontento con las propuestas del Gobierno, también como todas las organizaciones que luchan en la defensa de los derechos de la población.
Alentamos a las Pastorales Sociales a participar con los demás movimientos sociales y organizaciones populares en la defensa de las conquistas sociales garantizadas en la Constitución Federal de 1988, en la cual la CNBB se comprometió a finales de la década de 1980. No nos desanimemos durante las dificultades, somos un pueblo de esperanza.
Con compromiso profético, denunciamos, como lo hizo el profeta Amós: “Ellos venden lo justo por dinero, el indigente por un par de sandalias; aplastan la cabeza de los débiles en el polvo de la tierra y hacen imposible la vida de los oprimidos” (Am 2,6-7).
El espíritu del Señor nos anima en el Servicio de la Caridad, Justicia y Paz. Con María cantamos la grandeza de Dios que “Derriba a los poderosos de sus tronos y exalta a los humildes; llena de bien a los hambrientos y deja a los ricos con las manos vacías” (Lc 1, 51s).
Brasilia, 19 de octubre de 2016.
Dom Guilherme Werlang
Obispo de Ipameri - GO
Comisión Episcopal Pastoral para el Servicio de la Caridad, Justicia y Paz