¿Qué se puede decir sobre el AMOR que no se haya dicho ya? Tema de muchos tratados, reflexiones filosóficas, novelas, teatro, canciones, poemas...;expresado con palabras, notas musicales, colores, los humanos de todas las razas, de todos los tiempos han suspirado, gozado, sufrido por amor y sin embargo es y seguirá siendo el más profundo de los misterios, porque ¿qué es el AMOR?: ¿atracción sexual, emoción, sentimiento, algo eterno, pasajero? ¿Es un acto, un estado, una energía, una fuerza imponderable, inmedible e inasible que nos penetra o que sólo nos roza, que se queda o se marcha? Por Amor se han hecho las acciones más sublimes y equivocadamente, también las más abyectas.
Creo, sin duda creemos muchos, que es el MOTOR de nuestra existenci
a, de la existencia del Universo entero.
Los antiguos filósofos pensaban que el fuego, el aire, la tierra y el agua eran los cuatro elementos últimos, aunque unos veían en el agua la fuerza principal otros en el fuergo. Por encima de la materia algunos pensaron en una sustancia eterna, otros en el nous o inteligencia.
En la actualidad, los científicos intentan demostrar que las cuatro fuerzas fundamentales que rigen el Cosmos, aparentemente diferentes, son manifestaciones, en circunstancias distintas, de un modo único de interacción.
Ya Einstein buscaba este principio de unidad.
Sería interminable plasmar aquí todo lo que se ha dicho sobre el AMOR.
Me limito a unos pocos textos, aunque todos de hondo calado:
"Amar es en sí eternidad...el único atisbo que se nos permite de la esencia de la eternidad" -dice Thornton Wilder en “Idus de Marzo”. El Amor es por tanto inmaterial.
"Sólo el AMOR nos devuelve a la inocencia" de Kropotrin. Porque si no nos hacemos como niños, no entraremos en el reino del AMOR.
El amor nos hace ingrávidos porque como dice Miguel Hernández "Sólo quien ama vuela"
"Amar una cosa es estar empeñado en que exista" de Ortega. Es evidente que experimentamos el gozo de la existencia cuando nos sentimos amados.
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Dios es AMOR", definió Juan, el discípulo amado y los místicos lo experimentan: “llama de Amor viva", "noche sosegada","música callada", "soledad sonora" son algunas metáforas de Juan de la Cruz en "El Cántico Espiritual" y "la LLama", lo más sublime que se ha escrito sobre el Amor.
Desde las partículas más elementales hasta las más complejas: plantas, animales y personas, todo lo que existe en el Universo está regido por una fuerza de atracción, capaz de unir y generar nuevos seres en una progresión expansiva, de diversificación y especificación constante. La belleza de este Cosmos, macro y micro, es inmarcesible, sobrepasa nuestra capacidad de percepción. Apenas intervenimos en este grandioso proyecto en el que estamos inmersos, pero sí podemos admirarlo, estudiarlo, explicarlo en una cierta proporción y hasta experimentarlo y gozarlo en la medida de nuestro ensanchamiento cognitivo - afectivo, de nuestro grado de humanización. Porque como dice en "Daniel", Cesar Martín Ortiz, exquisito escritor- poeta, salmantino, muerto recientemente , "El AMOR no es una adquisición, un regalo o una loteria sino el ejercicio de una capacidad".
El AMOR no "se hace", preexiste a nosotros, nos transciende pero también se temporaliza, interviene y penetra todo nuestro ser, se exterioriza, se expresa con lo que somos, espíritu y cuerpo. Es uno y diverso. La atracción mutua que sentimos y nos une al otro, los sentimientos que despierta y nos llevan a la relación de amantes, de esposos, de amigos, de padre- madre, de hijos, a la entrega en favor de la justicia, de la igualdad, de las necesidades de los demás, no son más que expresiones de un único AMOR. Cuanto más y mejor amamos, gratuitamente, sin exclusivismos, ni posesividad, más se ensancha la capacidad de amar. "Los amores no entran en la vida sino que salen de las reservas del alma y estas se agotan" dice también Cesar Martin Ortiz. De aquí la necesidad de alimentar esas reservas con actos amorosos.
Hoy se economizan gestos de amor: saludos, sonrisas, palabras afectivas, pequeñas atenciones, porque "vamos a lo nuestro" y nos asfixia el afán posesivo y material. ¡Cuántas veces dejamos de ser personas que aman, convertidos en robots que tienen, que gastan y consumen compulsivamente!. Se ha minimizado, banalizado, vilipendiado esa energía, esa entrega amorosa generadora de la vida y por eso se dice "Hacer el amor" y se trata al AMOR, el regalo más grande que nos han hecho, como un vil juguete para usar, manosear y tirar.
El AMOR verdadero, en sus múltiples manifestaciones, no puede esclavizarnos ni esclavizar, es inseparable de la LIBERTAD y es la fuente de la FELICIDAD. Concluyo con el deseo que expresó un autor anónimo: "Haz de nosotros los aventureros del AMOR".
*Educadora y teóloga española