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Rixio Portillo

Francisco no visita Venezuela pero tiene que hablar de ella


Aunque no suele ser común la referencia de un país cuando se visita otro, el Papa Francisco ha tenido en cuatro momentos específicos a Venezuela en su reciente viaje a Colombia.

El mimos pontífice indicaba previo al viaje que iría a Colombia a “blindar la paz”, y fue posterior a la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno y el grupo ex guerrillero FARC en Cartagena de Indias el 24 de noviembre de 2016 que se concertó la visita del Papa Francisco, del 6 al 10 de septiembre de 2017, en medio de una evidente división colombiana.

Pero la crisis en Venezuela ha estado muy presente en el histórico viaje a Colombia, inclusive antes de su llegada eran contradictorias las voces que señalaban que el Papa podría referirse al conflicto venezolano.

Una de esas voces fue el mismo cardenal, arzobispo de Bogotá, Ruben Salazar, en una entrevista para la cadena alemana Deutsche Welle el 05 de septiembre en el que refirió que el pontífice no hablaría de Venezuela pues el Papa no habla de política internacional en sus viajes.

De igual forma el periodista Greg Burk en el Briefing de Prensa de la Santa Sede sobre el viaje papal del 01 de septiembre descartó la posibilidad de un encuentro entre algunos obispos de Venezuela y el Papa Francisco durante la estancia en el Colombia.

Sin embargo, los obispos de la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana estaban invitados a la celebración, específicamente en el encuentro del pontífice con los miembros del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, el 7 de septiembre.

Pero fue el mismo Bergoglio quien desestimó dichas opiniones y minutos después de haber abordado el vuelo Roma – Bogotá, en el acostumbrado saludo al grupo de periodistas acreditados que le acompañan, lanzó un primer llamamiento por Venezuela:

“Quisiera decir que durante el vuelo sobrevolaremos Venezuela. Así que una oración también por Venezuela, para que se pueda dar el diálogo y el país encuentre una buena estabilidad, mediante el diálogo con todos”.

El otro momento con los obispos de Venezuela no fue en la sede de la nunciatura en Bogotá como se esperaba, inclusive como se había indicado durante la mañana del 7 de septiembre, el encuentro con el CELAM fue a las 15h y estaban presentes los cardenales Urosa de Caracas, Porras de Mérida, y los obispos Mario Moronta de San Cristobal, José Luis Azuaje de Barinas y presidente de Caritas Latinoamericana, y Jesús González de Zárate, delegado CELAM por parte de Venezuela.

Pero como se pudo observar en las imágenes después de la fotografía protocolar el pontífice salió por la parte posterior del lugar del encuentro y no fue posible un acercamiento entre la comitiva venezolana.

En el CELAM también se encuentran dos venezolanos prestando sus servicios en la directiva, el laico Elvy Monzant, director de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL) y el presbítero Antonio Velázquez en el departamento de Juventud, Familia y Vida.

Las opción de un encuentro parecían poco probables, las noches de los viajes del Papa son para una ligera cena y descanso, y efectivamente al termino de la misa campal en Bogotá el Papa Francisco encontró a los cinco obispos de Venezuela, quienes posteriormente en una nota de prensa redactada por Mons. Moronta dieron detalles del breve coloquio con el pontífice que no superó los cinco minutos.

De allí los periodistas esperaban la acostumbrada rueda de prensa para algún otro pronunciamiento, pero ya desde la Santa Sede se tenía previsto una declaración por Venezuela desde Colombia, que como se ha señalado, es sumamente inusual pero las razones culturales e históricas de ambos pueblos lo permiten.

El 10 de septiembre en Cartagena en el rezo del Ángelus el Papa habló nuevamente de Venezuela, desde el atrio de la Iglesia dedicada a San Pedro Claver:

“Desde este lugar, quiero asegurar mi oración por cada uno de los países de Latinoamérica, y de manera especial por la vecina Venezuela. Expreso mi cercanía a cada uno de los hijos e hijas de esa amada nación, como también a los que han encontrado en esta tierra colombiana un lugar de acogida. Desde esta ciudad, sede de los derechos humanos, hago un llamamiento para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”.

Es significativo que el Papa se refiera a los venezolanos migrantes en Colombia, es la primera vez que oficialmente se asume el problema fronterizo desde la movilidad humana, en voz del pontífice, reiterando un llamamiento al cese de la violencia, pero específicamente en la vida política.

Pero seguía siendo tarea pendiente algún comentario no escrito y más espontáneo sobre Venezuela, inclusive desde la misma rueda de prensa en el avión ningún periodista se había atrevido a preguntar algo más, hasta que desde la agencia francesa I.Media, el periodista Xavier Le Normand no solo preguntó sobre el tema escabroso de Venezuela sino que precisó al Papa: “¿no sería posible tener una palabra más fuerte y más clara?”.

El Papa en el tono reflexivo que le caracteriza cuando trata asuntos de sumo cuidado respondió: “Creo que la Santa Sede ha hablado fuerte y claro, aquello que dice el presidente Maduro que lo explique él, yo no se que hay en su mente. Pero la Santa Sede ha hecho mucho, ha enviado allá, en aquel grupo de trabajo de cuatro ex presidentes, ha enviado un nuncio de primer nivel, después ha hablado, ha hablado con personas, ha hablado públicamente. Yo tantas veces, en el Ángelus he hablado de la situación buscando siempre una salida, ayudando, ofreciendo ayuda para salir, pero no se… Me parece que la cosa sea más difícil, y aquello que es más doloroso es el problema humanitario, tanta gente que escapa o sufre… Un problema humanitario que debemos ayudar a resolver de cualquier modo. Yo creo que las Naciones Unidas debe hacerse oír también allí, para ayudar, gracias”.

Pero ¿qué es lo claro y fuerte que ha dicho la Santa Sede? Casualmente el observador permanente de la Santa Sede, el arzobispo Bernardito Auza habló el pasado mes de junio en Cancún sobre los riesgos en el futuro democrático del país ante las intenciones propuestas desde el Ejecutivo.

De allí que se vislumbra la estrategia misma del Vaticano en el conflicto venezolano como se reseño semanas anteriores, persuasión desde la diplomacia para una salida concertada pero desde la ayuda internacional, en la que el Papa menciona a la ONU como ente para hacerse escuchar en la difícil situación política, social y económica que atraviesa el país.

Desde una ayuda humanitaria concreta, y permitida por el gobierno de Caracas hasta acciones en el campo del manteniendo de la paz y la seguridad que forman parte del objetivo esencial de las Naciones Unidas.

@Rixiogpr.- Decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Católica de Maracaibo (unica.edu.ve)

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