Ángel Pertuz y Dionisia Güette quizá no imaginaron lo que su pequeña Maribel sería cuando grande. Pero como dice el refrán, hijo de gato caza ratón, este par de artistas colombianos sembraron en el corazón de esa niña la actitud y la creatividad necesarias para triunfar en la vida. Hoy por hoy Maribel de Jesús Pertuz Güette es una religiosa de las Hermanas de San Juan Evangelista desde 1976. Vive en México, pero nació en Colombia, es costeña.
“Nací en Sucre, el 28 de Octubre de 1951.Tengo 5 hermanos un varón y cinco mujeres”, lanza en remembranza. Tuvo una infancia muy sencilla, vendía buñuelos que hacía la abuela. Juegos, paseos al campo, estudio, así pasó sus primeros años en el departamento de Sucre al norte de Colombia, pero lo más importante era que estaba “Rodeada de amor por mi familia, tanto por parte de mi papá como de mi mamá. Mis padres eran artistas y creativos, mi mamá por el lado de las artesanías, laboriosidad y mi papá por la música, de ahí que me gustara dibujar, pintar”.
Era muy hábil con las manos, ella misma recuerda: “Me entretenía, haciendo manualidades, bordando y hasta jugando con barro, hacía figuras, jugábamos mucho en familia, hasta con una vela cuando se iba la luz y quitábamos la telita de los frijolitos para hacer buñuelos. Mi familia fue muy trabajadora, aun cuando mi papá y mi mamá eran empleados asalariadamente, mi papá era administrador del INA (Instituto Nacional Agrario) y mi mamá fue maestra, pero también nos rebuscábamos todos, haciendo bordados a máquina, (aprendí ese arte de niña) cosiendo y con mi abuela quien hacía buñuelos que luego enviaban a vender.
Y la niña fue muy pilosa (inteligente), su solvencia académica es indiscutible, poco a poco hizo camino en el mundo religioso, sobre todo al servicio de las mujeres en situación de vulnerabilidad, para ello se preparó, hagamos un breve recuento: tiene una Maestría en Ciencias Bíblicas (Universidad Bíblica Latinoamericana) y otra Maestría en Antropología Aplicada (Instituto Misionero de Antropología); además en su hoja de vida reposan dos licenciaturas, una en Ciencias Sociales (Universidad Pontificia Bolivariana) y otra en Ciencias Bíblicas (Universidad Bíblica Latinoamericana).
Con todo y eso, su sencillez y humildad no tienen parangón. Con voz sosegada, mirada serena, su acento costeño, su piel canela, imponente, tal cual admiradora de Sor Juana Inés de la Cruz, convierte su servicio en un gran poema, por la dignidad de la mujer, contra todo tipo de machismo, incluido el subrepticio de las Iglesias.
¿Cómo surge su vocación?
“Mi vocación surge desde pequeña, viendo el testimonio de fe de la familia, de una profesora de mis primeros años y especialmente de mi madre, su oración encarnada, su amor a Dios, una mujer entregada a los demás en servicio ya sea de enfermería, enseñar, acompañar a las personas que más sufrían.
Me enseñaron a vivir una fe encarnada en la realidad, desde la cotidianidad, a amar a Jesús, ser su amiga en todas circunstancias. El estudio con las religiosas Franciscanas de María Auxiliadora, me dio formación, ellas me atrajeron hacia Dios y a las personas más vulneradas con su alegría y servicio generoso. Tuve una experiencia fuerte de Dios en mi adolescencia que me condujo buscar más de Él, a evangelizar, así fui sintiendo el llamado, de muchas maneras dios se hizo sentir a través de muchas personas. Esto me animó a entregar toda mi vida a Jesús y al Reino.
¿Cómo fue su proceso de formación religiosa?
“Siento que la formación dio continuidad a mi experiencia fundante de Dios, esta se acrecentó, y especialmente en la Congregación donde creció la dimensión social a mi fe. La Comunidad me permitió estudios teológicos, bíblicos, y pastorales desde la acción, además que se sentaron en mí las bases para la vida religiosa.
La formación se dio en la vida, y a partir de las necesidades personales, de la Congregación y de la gente. Valoro mucho el Carisma de mi Congregación por su espiritualidad encarnada, que tanto me ha ayudado en la profundización y seguimiento de Jesús con las características del Discípulo Amado”.
Trabajó en República Dominicana durante 8 años, en la Diócesis de Hagüey con la Pastoral social, trabajando especialmente por los campesinos. El trabajo bíblico ha sido su centro, si bien es una mujer que está al lado de su pueblo, en la palabra de Dios ha encontrado el sentido de su ministerio. Esto la ha llevado a formar parte del Colectivo Ecuménico de Biblistas así como también de un Curso Intensivo de Biblia en Barranquilla en el año 1992.
En los lugares donde ha estado, ha promovido la lectura comunitaria de la Biblia, sobre todo con un enfoque de género. Esto le dio los méritos para que la Confederación Caribeña y Latinoamericana de Religiosas y Religiosos (CLAR) la llamara a formar parte del Equipo Memoria Histórica de la Vida Religiosa en América Latina y el Caribe.
¿Por qué el tema femenino desde la Biblia?
“En mi trayectoria de mujer y como biblista, he descubierto una manera contextualizada y crítica de leer la Biblia desde rostros concretos. La hermenéutica desde la perspectiva de las mujeres, ha sido una experiencia significativa que me ayudó a tomar conciencia y a liberarme, para ayudar a animar, levantar a muchas mujeres, a elevar su auto- estima, a empoderarse, porque Dios se nos revela con rostro femenino y masculino, de madre y padre.
Partir desde las mujeres en la lectura bíblica, no es quedarse en el género, sino desde el género abordar la totalidad de los aspectos de la vida: lo cultural, social, económico, político, religioso y eclesial. No puede ser de otra manera si se quiere comenzar a vivir el sueño de una sociedad fraterna, inclusiva, igualitaria. Porque es desde lo excluido y marginado, en este caso las mujeres, que se pueden desvelar los mecanismos que obstaculizan vivir la vida en una sociedad que todas y todos soñamos”.
¿Se puede luchar contra el machismo, aun dentro de la misma Iglesia?
“Sí, no es fácil, pero podemos sensibilizar a este nivel, con estrategia y asertividad, aun cuando no se encuentre respuesta positiva muchas veces, hay que aprovechar todas las oportunidades para concientizar y buscar lo que queremos. Con el Evangelio en el corazón, lograremos ir construyendo este sueño de un mundo posible para todas y todos.
Esta ha sido una de mis principales causas y la Biblia me ha ayudado; trato de interpretarla en comunidad en perspectiva de mujeres y crear conciencia al respecto, con altura teológica, siento que llega bien a mujeres y hombres. Lo importante es que nosotras tomemos conciencia de nuestro ser, vayamos creando nuevas identidades fortalecidas por el Dios de la Vida, nos reafirmemos y conquistemos los espacios que nos corresponden en la sociedad y en la Iglesia, no esperar que el cambio venga por otros medios”.
Si bien sobre sus hombros también tuvo la responsabilidad de ser la Superiora de su Comunidad Religiosa, eso nunca le quitó su carácter gregario, jocundo y fraterno. Al término de su jefatura, decidió quedarse en México. Tiene varios libros, aunque en la actualidad trabaja en uno de los más importantes en su carrera, pues sus aportes serán significativos para la Iglesia Universal:
“Actualmente estoy preparando otro libro sobre el papel de las mujeres en la primitiva Iglesia a partir de la casa en el siglo I y más concretamente de Lidia en Hechos 16, 11-15, una mujer trabajadora, que fue esclava, e inició la Iglesia en su casa, al convertirse y dar hospitalidad a los misioneros. Ella se constituyó en la fundadora de la Iglesia en Europa, es un tema del que ya he investigado”. Sin duda es menester seguir indagando...
¿Cómo es Maribel la amiga, la hija, la hermana, la escritora?
“Me considero sociable y tengo amigos, amigas con quienes he compartido la vida, siento que he sido fiel en la amistad, para mí las relaciones humanas son muy importantes y me han ayudado a crecer, una de mis mejores expresiones de la experiencia de Dios es el perdón, sé perdonar con su ayuda y creer en los demás pase lo que pase. Hoy puedo agradecer a Dios por un sin número de rostros de amigos y amigas con quienes he reído, llorado y aprendido a amar de verdad.
Amo a mis padres, a quienes agradezco esta experiencia de familia tan importante en mi vida, ellos me ayudaron a ser persona, a pensar por mí misma, a tomar decisiones, me inculcaron el amor por el estudio y especialmente el amor a Dios y a las personas. Esto que siento hacia ellos, se los he expresado y demostrado con mi actitud a pesar de las limitaciones que tenga. Aun cuando mi papá murió estando adolescente, guardo gratos recuerdos de él y a mi mamá la valoro enormemente, ha sido admirable valiente emprendedora y para mí una gran amiga, la he rodeado de cariño, detalles y atenciones, nunca alcanzaré a pagar todo el bien que hizo por mí.
Con mis hermanas, hermano, me relaciono bien, mantenemos muy buena comunicación y apoyo aún en la distancia, nos unen tantas cosas, y en Jesús se quiere y comprende más a la familia aunque también comprendemos y vivimos dentro de una familia más amplia: la familia de Dios en donde estemos. Lo que logremos ser como hermanas, hermanos en la familia nos ayuda en esta relación con otras personas.
Me apasiona investigar, escribir, es algo que me recrea me da vida, porque puedo expresar mi propia experiencia, mi sentir, pensar, lo que me apasiona y sobre todo hacer mucho bien al expresar por escrito mis sueños. A esto me gustaría dedicarle más tiempo, aun cuando la inserción entre los pobres, la pastoral según el carisma de la Congregación, es otra pasión, trato de mediar entre estas dos fuerzas que me atraen”.
¿Por qué radicarse en México?
“Vine a vivir a México por nuestra misión, ya que cuando nos entregamos a Dios en la vida religiosa, asumimos esta disponibilidad incondicional por el Reino de ir a donde Dios nos necesite y aun cuando mi deseo era trabajar en Haití, entre los más pobres, no había pensado en esta posibilidad de venir a México porque no teníamos fundación aquí, surgió de Dios inesperadamente y le aposté con ganas, como dicen los mexicanos “échale ganas” y además porque siempre me ha gustado la inserción entre los más pobres. Dios me cambió los planes y me trajo aquí a este rincón de las Lomas de la Estancia y del Paraíso en Iztapalapa, donde estoy muy contenta y todo me confirma, aún por las expresiones y respuesta de la gente, que aquí era donde el Señor me quería”.
¿Cómo se siente con el Papa Francisco?
“Muy bien, realmente necesitábamos alguien así como Él en el momento crítico que atravesaba la Iglesia, que nos ayudara a volver a la esencia del Evangelio, un pastor sencillo que nos recordara el camino de la misericordia y la inclusión en la Iglesia, aun cuando creo que todavía puede dar más pasos en su postura frente a nosotras las mujeres”.
Además de la escritura, ¿qué otros talentos tiene?
“Tengo facilidad para la investigación bíblica, ejercito algo de música y de pintura”.
Preguntas de Paredón
Un Color
Rosado, también el naranja
Un lugar
El mar
Una Comida
El Pescado
Un Libro
La ciudad de la Alegría de Dominique Lapierre
Una Pieza de Ajedrez
Alfiles
¿Qué nunca falta en su equipaje?
Un libro
¿Qué le inspira?
Jesús y el Reino, los más pobres.
¿Qué le indigna?
La injusticia
Un personaje
Sor Juana Inés de la Cruz
Una Santa
Santa Rita de Casia