Con motivo de la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, el pasado 7 de octubre, las organizaciones de Iglesia que impulsan la iniciativa #IglesiaporelTrabajoDecente –Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica y Juventud Obrera Cristina— convocaron por segundo año consecutivo diversos actos públicos en las distintas diócesis del país.
Las ciudades y plazas de más de 30 ciudades españolas feron el escenario de las actividades programadas por estas entidades para renovar su compromiso de seguir construyendo y exigiendo una sociedad que defiende el trabajo decente. El trabajo decente refleja las prioridades de la agenda social, económica y política de los países y del sistema internacional. Es, además, un elemento fundamental para alcanzar una globalización justa, reducir de la pobreza y obtener desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible.
Para las entidades convocantes, la defensa del trabajo decente implica:
- Poner en el centro a la persona y romper la actual lógica de pensar y organizar el trabajo desde lo económico y los intereses de unos pocos.
- Plantear el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo.
- Luchar por unas condiciones dignas de empleo.
- Articular el trabajo y el descanso de forma humanizadora.
- Luchar para que el acceso a derechos humanos como la sanidad, la vivienda o la educación no esté condicionado a tener un empleo.