A nosotros los cristianos se nos pide de protagonizar la revolución de la ternura”, dijo el papa Francisco durante evento ecuménico ante miles de delegados cristianos reunidos este lunes 31 de octubre en la tarde en el estadio Malmö Arena de Suecia.
Francisco compartió platea con varios líderes luteranos, pero especialmente con los operadores de caridad y de paz (de ambas iglesias), al fin hombres y mujeres voluntarios y comprometidos en llevar conforto y trabajar a favor de los más necesitados en varios países y realidades.
En esto contexto, Francisco agradeció a Dios ante miles de asistentes por “esta conmemoración conjunta de los 500 años de la Reforma” que involucra a católicos y luteranos, que “estamos viviendo con espíritu renovado y siendo conscientes que la unidad entre los cristianos es una prioridad”, expresó.
Entretanto, manifestó que entre católicos y luteranos “es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”.
En un discurso sobre la caridad cristianaaseguró: “Para nosotros cristianos, es una prioridad salir al encuentro de los desechados, porque son desechados de su patria y de los marginados de nuestro mundo, y hacer palpable la ternura y el amor misericordioso de Dios, que no descarta a nadie, sino que a todos acoge”.
El obispo de Roma que momentos antes participó a una oración ecuménica común y firmó una declaración conjunta con los Luteranos, aplaudió que, a su vez, “gracias a este nuevo clima de entendimiento, hoyCaritas Internationalis y Lutheran World Federation World Servicefirmarán una declaración común de acuerdos”.
De esta manera, el ecumenismo de la caridad tiene un nuevo auge en esta declaración entre ambas organizaciones cristianas de asistencia benéfica “con el fin de desarrollar y consolidar una cultura de colaboración para la promoción de la dignidad humana y de la justicia social”.
Antes del discurso del Papa se escucharon testimonios de cristianos comprometidos en varios ámbitos en Colombia, Burundi, India, Siria y Sur Sudán: la protección del planeta, enfrentar el cambio climático, ayudar a los niños y las mujeres en zonas de guerra, los refugiados, sostener a los pueblos perseguidos y la paz del mundo.
“Ojalá que se pudiera propagar” la locura del amor de Dios “iluminada por la fe y la confianza en la Providencia”, expresó el Papa y agradeció a todos los que brindaron su testimonio. En referencia justamente al testimonio de una mujer en exilio, Marguerite, que ayuda a los niños víctimas de la guerra en África.
El Pontífice invitó a todos: “Cuando volvamos a nuestras casas, llevemos el compromiso de realizar cada día un gesto de paz y de reconciliación, para ser testigos valientes y fieles de esperanza cristiana. Y cómo sabemos:¡La esperanza no defrauda!”, concluyó.
Por otro lado, de la parte luterana. “Católicos y luteranos se aman hoy y sirven a los hermanos para que el mundo crea. Qué Dios bendiga siempre nuestros lazos de hermandad”, dijo el Obispo luterano Munib Yunan, Secretario General de la Federación Mundial Luterana.
En otro momento, el Papa pidió una oración especial por Colombia que llamó “ tierra maravillosa para que, con la colaboración de todos, se pueda llegar finalmente a la paz, tan deseada y necesaria para una digna convivencia humana”.
Asimismo, exhortó a rezar por todas las naciones que viven conflictos y violencia. “Como el corazón cristiano, si lo miran a Jesús, no conoce limites; que sea una oración que abrace también a todos los países en los que sigue habiendo graves situaciones de conflicto”.