top of page
  • Foto del escritorAdmin

En la voz de sus ancestros


El Chocó, un departamento ubicado al occidente de Colombia, el único que tiene costa pacífica y atlántica, también la tiene a ella. Si tocara describirla en una sola palabra diríamos que líder y por supuesto, en términos astrológicos, una ariana pues llegó a este mundo un 25 de marzo de 1967, “Día de la anunciación”, hace énfasis en ese detalle, quizá también porque su papel a lo largo de su vida, al igual que los ángeles, ha sido llevar la buena nueva, no sólo anunciarla, uno de sus mayores retos ha sido experimentarla, vivirla. Una vida que sin duda ha tenido varios cambios, seguramente los planes de Dios para con Anís Valencia, Coordinadora del Instituto de Doctrina Social Cristiana de Haití, tierra donde ha sembrado su corazón, la voz de sus ancestros africanos, bien del Chocó y de Puerto Príncipe, han resonado en su alma.

Dos colombianos, chocoanos. Osmirio Valencia y Belinda Quejada. Cinco hermanos, cuatro mujeres y un hombre. “Soy la penúltima”, apunta. Dos elementos marcaron su infancia, el primero, ella dice: “La muerte de mi papá, a los 38 años de edad, yo tenía nueve años y recuerdo a mi mamá como una mujer valiente que sola continuó con el proceso de crecimiento de toda la familia”. Así creció. El segundo, su parroquia, los claretianos, “Se convierten en parte de mi vida. Yo crecí en un ambiente religioso, pero sobre todo en la espiritualidad claretiana, quienes animaban la catedral del Quibdó en esa época y aprendí de ellos su manera de trabajar que es lo social, entonces mis inicios en la vida de fe es con los padres claretianos”. Una vida literalmente yuxtapuesta.

Antes de llegar a la vida religiosa, ¿cómo era, qué juegos le gustaban y qué sueños tenía?

“Una niña normal como todos los otros, muy peleadora en la calle, pues, me gustaba salir a la defensa de toda la familia sobre todo de mis hermanos; me gustaba mucho jugar en la calle, los juegos que ya han ido desapareciendo como El cacao, el hoyito que se perforaban huequitos en la tierra y cada jugador tenía el suyo y debía lanzar la pelota para que cayera en el hoyito y esa persona tenía que correr a ponchar a los otros. Eran juegos infantiles que permitían el intercambio de los muchachos en el barrio”.

Los claretianos labraron en ella la vocación, fue catequista, del grupo del coro, grupo de jóvenes, su pasión por el servicio era inagotable, hoy sus ojos continúan refulgentes, su sonrisa generosa, su voz maternal; ella reconstruyen el mosaico de afectos, el recuerdo vivo.

¿Cómo llega esa vocación a la vida religiosa?

“Estudié con las hermanas de la Presentación que eran las que administraban un colegio del gobierno y ahí comencé el trabajo con ellas, además la catequesis de la parroquia era administrada por ellas y fue una manera de integrar la fe con el trabajo en la parroquia; y así nació mi vocación, estuve 18 años en la comunidad. El noviciado lo inicié en Medellín, después fui a trabajar al Magdalena Medio en una de las comunidades itinerantes donde se trabajaba el desarrollo de la comunidad, con las mujeres y por supuesto evangelizando”.

En 1992 llegó a Roma a estudiar Pastoral juvenil y catequesis con los padres Salesianos en la Pontificia Universidad Salesiana, “Estuve cinco años y regresé a trabajar en la pastoral juvenil en Medellín en el colegio La Estrella desde el año 1997 al 2000. De allí me mandaron de misión a Haití aunque mi sueño era ir a trabajar al África porque quería irme a encontrar con mis raíces”.

Y esa fue la primera vez que pisó suelo haitiano, en el año 2000, la voz de sus ancestros resonó a sus adentros, Haití le robó el corazón y hasta echó raíces, allí la primera vez estuvo casi dos años. El idioma no fue un óbice, su comunidad religiosa es de origen francés por ende ella lo dominaba y del francés al creole tan sólo un paso.

De hecho cuando estaba en Roma, “Íbamos de vacaciones a Francia a encontrarnos con las raíces de la comunidad para volver a la fuente y aproveché aprender un poco de francés y también me postulé a una beca de la embajada de Francia y me gané la beca para estar un mes en Francia estudiando francés y ahí ya profundicé”. No tenemos duda de su dominio idiomático galés.

En 2002 terminó la misión regresó a Colombia, su madre había fallecido, además tuvo problemas en la comunidad, estuvo tres años en Colombia. Finalmente tomó una decisión radical que cambió el rumbo de su vida, deja los hábitos pero sigue la senda del servicio como laica. Se va definitivamente a Haití.

¿Ese cambio de religiosa a laica cómo la marcó?

“Para mí la vida religiosa es una manera de vivir la vocación en una comunidad, pero la vida de fe no se reduce simplemente al convento, sino que tú eres una persona cristiana comprometida tanto en tu casa, como en la familia, como en el trabajo, el hecho de que ya no tenga el hábito no quiere decir que ya no soy una cristiana porque no es el hábito lo que me hace cristiana, no es el hábito lo que me hace seguidora de Jesucristo”.

Una pausa. Reflexiona: “Claro, las condiciones cambian, te cambia la vida sobre todo porque las hermanas de la Presentación de la provincia de Medellín siempre usan el hábito, el solo hecho de tener una vida laica te cambia la vida, pero para mí seguir al señor en la comunidad y seguirlo como laico es la misma cosa.

En su caso, la historia de su vida no se partió en dos, porque al contrario lo siguió viendo como una continuación, “yo siempre he trabajado en las actividades de la iglesia y es lo que sigo haciendo”, acota, es franca al afirmar que el no tener el hábito le ha permitido llegar a terrenos o zonas a los que no hubiera podido llegar. “He continuado en lo mismo y muchas personas ven todo esto y me llaman hermana y ven que no tengo hábito, que tengo hijos y todavía me llaman hermana”. Es que es inevitable, quien la ve, quien la escucha, quien la trata, dirá en sí, “Sigue siendo hermana”.

Pero Anís es madre de dos niñas y tiene esposo. “A mi esposo Renaud Nicolas lo conocí porque él nos colaboraba en la comunidad con los servicios, si no había chofer nos llevaba, entonces cuando volví la relación de empleado- empleador cambió y surgió la relación, nos casamos tenemos dos niñas Marian la mayor de 10 años y Belinda la menor de ocho”.

¿Cómo es Anís mamá?

“Es la mujer más tierna más cercana a mis hijas aunque por el trabajo me toca viajar mucho pero el tiempo que estoy con mi familia trato de darles tiempo de calidad”.

¿Cómo se describe Anís, cuál sería su auto concepto?

“Aunque no creo en el horóscopo me siento muy identificada con mi signo Aries, esto lo encontré buscando en el Facebook y decía capacidad de liderazgo, de trabajar en equipo, innovadora, creativa, dinámica y ahí me ubiqué, dije funcionó esta vez.

Si a usted le tocara ser presidenta de Haití, ¿qué haría, qué cambiaría?

“Una pregunta difícil porque hay tanto para hacer. Antes de responderte te tendría que definir que es Haití para mí yo lo llamo el país de las oportunidades pues cuando tú vas a un país donde no hay nada, cada cosa se convierte en una oportunidad. Si yo fuera presidente lo primero que haría es sensibilizar a la clase dirigente en que su salario se corresponda a la realidad del pueblo y con ese dinero que se logre recaudar destinarlo a la educación. Aprovecharía la fe del pueblo para que por medio de las iglesias se vayan transmitiendo esos valores de una nueva sociedad de respeto de solidaridad y el amor por esta tierra”.

¿Qué pasa con la iglesia católica de Haití?

“Es una iglesia que necesita despertar para ser más protagonistas. Pienso que el pueblo es muy católico, ojalá tuvieras la oportunidad de ver como se moviliza la gente para ir a la iglesia y ese es un espacio de evangelización tan fuerte que se podría utilizar no solo para sacramental izar sino para hacer que la gente tome conciencia social”.

Siendo Haití el primer país de América en lograr la independencia y con todos los esfuerzos que se realizan, ¿por qué Haití sigue siendo el país pobre de América Latina y el Caribe?

“Haití le ha aportado mucho al mundo, fue el primer pueblo en abolir la esclavitud; se puede decir que toda América Latina tiene una deuda con Haití y hay países que han expresado eso abiertamente como Hugo Chávez, Fidel Castro, entonces Haití paso de ser la perla de las Antillas como la llamaron los franceses a la situación que vive hoy en día. Lamentablemente la lucha de poder, la ambición, deseo de aparecer y competir, esto impide que pensemos en común, en grande, nos dividimos para pensar en nuestros propios intereses. En las últimas elecciones que hicimos se inscribieron doscientos veinte partidos políticos, una isla que tiene 12 millones de habitantes tiene doscientos veinte partidos políticos ahí se evidencia la lucha de poderes cada uno quiere ser y no somos capaces de unirnos”.

Y los desastres naturales…

“Los desastres naturales no son una causa, porque si hay recursos, infraestructura y organización es superable. ¿Por qué hubo tantas muertes en el terremoto? No porque el terremoto fuera muy fuerte sino por la manera cómo se construía, el material usado, las construcciones no eran anti sísmicas porque se pensó que nunca iba a darse un terremoto”.

¿Qué le diría usted a esos cristianos que piensan que es un castigo divino por eso del esoterismo?

“Es que cuando uno no puede conocer la causa de algo se le atribuye a alguien y en este caso dijimos que es un castigo divino, pues no, Dios no castiga de esa manera, se diría que es un autocastigo porque cuando uno no construye bien, todo se le viene abajo y no le va a echar la culpa al vecino”.

Si tuviera un deseo qué pediría

Son muchos, en el instituto quisiéramos tener socios que nos ayuden a continuar el trabajo que estamos haciendo porque estamos convencidos que formar a la clase dirigente en doctrina social de la iglesia para que tengan conciencia social es lo que se necesita para cambiar la sociedad. Un gran deseo, un gran sueño es ver este Haití diferente, una sociedad con principios, con valores, otro sueño es ver una iglesia más activa, protagonista”.

Algún talento artístico, deportivo que quisiera compartirnos

“Practiqué el basquetbol cuando era joven, el teatro en el colegio, la música en la comunidad porque tocaba el acordeón que por cierto se me olvidó como tocarlo. Me fascinan las manualidades hago puntura, macramé, tejido a mano, croché y con las dos agujas”.

¿En qué se inspira para sus obras?

“En estos momentos me inspiran mis hijas, cuando hay un feriado hacemos cuadros, una de mis niñas pintó un paisaje pensando en un Haití y la otra hizo un jarrón con flores, decoramos botellas con materiales varios y el proyecto que tenemos ahora es de lámparas en cartón porque tratamos de decorar la casa con lo que nosotros mismos fabricamos y para motivar a las niñas a que sean creativas que no todo sea televisión, el teléfono”.

Preguntas de paredón

Un color

El azul

¿Qué le indigna?

La mentira

¿Qué le inspira?

La fraternidad

Un libro

El Principito

Un plato de comida

El sancocho

Una prenda de vestir

La falda

Una pieza de ajedrez

La dama

Un lugar

Haití

Un personaje

El papa Francisco

Un aparato tecnológico

El computador

Un olor

El limón

Un día de la semana

El sábado

Un santo

San Francisco de Asís

Una virtud

La verdad

Un defecto

La gula

¿Que no falta en su equipaje?

Mis lentes

34 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page