En Tapachula en la frontera entre México y Guatemala, el Departamento de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL) del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), junto con diversas organizaciones de Migración, Refugio y Trata de personas de la Iglesia Católica animaron los primeros pasos de la Red Latinoamericana y Caribeña de Migración, Refugio y Trata de Personas CLAMOR.
Entre el 27 de agosto hasta el 03 de septiembre 30 representantes de las organizaciones que integran esta red, compartieron una experiencia vivencial de servicio a los Migrantes, para descubrir el rostro de Cristo en los hermanos y hermanas que caminan y arriesgan su vida en búsqueda de un futuro mejor.
Tapachula es la puerta de entrada a México de los migrantes de Centro América. Muchos quieren quedarse en tierras guadalupanas y otros llegar hasta Estados Unidos.
En este sentido, Elvy Monzant, Secretario Ejecutivo del DEJUSOL, asegura: “Los integrantes de CLAMOR estaremos, desde una espiritualidad de Comunión, participando en el trabajo cotidiano que realizan las Casas del Migrante en ambos lados de la frontera. Además de encontrarnos como Red en los Congresos y talleres, queremos caminar juntos con los Migrantes, en la calle, vivir con ellos su padecimientos y compartir sus esperanzas”.
Con una agenda bastante apretada, los participantes de esta experiencia vivencial visitaron el Albergue Diocesano Jesús el Buen Pastor para migrantes enfermos y mutilados por el tren llamado "la bestia", la Casa del Migrante Belén de los Scalabrinianos, el Centro de capación para el trabajo de Migrantes, un albergue para refugiados de ACNUR, el hogar para niños migrantes que viajan solos buscando encontrar a su mamá o su papá, una comunidad de migrantes que viven y trabajan en un basurero y la Estación Migratoria de Tapachula, una de las más grandes de América Latina.